viernes, 27 de febrero de 2015

INTERACCIONANDO CON CHUSICO

Realizamos en el horario de prácticas de la asignatura de Habilidades de comunicación en trabajo social, una charla o intervención proporcionada por “Chusico” quién trato de mostrarnos las ventajas de hablar en público, y como llegar a descubrir que somos buenos comunicadores.
Comenzamos la actividad, con una pregunta muy simple, “¿cómo de comunicativo crees que eres?”, aunque todos nos puntuamos, nadie pensó en alcanzar la máxima nota con el 10, y Chusico nos dejó claro que todos somos 100% comunicativos. No solo comunicamos hablando, sino que transmitimos también con la expresión facial, corporal, etc.
Chusico realizó una sesión en la que, a la vez que nos iba haciendo reflexionar sobre perder el miedo a hablar en público y expresarse libremente sin temer a las opiniones de los demás, nos hacía interactuar y participar en la clase.
Podríamos decir que trató de transmitirnos las claves para perder el miedo. Uno de los consejos que nos dio y consideramos útil, es en cuanto a la expresión corporal: ver que transmitimos aunque no digamos nada y que nuestro nerviosismo puede ser detectado fácilmente, pero debemos sobreponernos a ello: “si te caes, cáete fuerte”.
Otra de las dinámicas que nos planteó, era acerca del éxito y el fracaso. Consistía en un juego muy sencillo en el que podíamos coincidir con el compañero o no, en los movimientos. Considerábamos éxito cuando coincidíamos entre nosotros y debías “celebrarlo”. Con ello, se trataba de asumir lo que es el éxito y el fracaso de una manera adecuada.
Siguiendo con esto, debemos entender el fracaso no como algo negativo, sino enfocarlo de una manera más positiva, como algo educativo.
Para ello, realizamos otra actividad, en la que debíamos aplaudir o abuchear a alguien. Por lo visto, a la hora de abuchear o recibir abucheos era algo que nos costaba a todos, nos daba pena o vergüenza y por ello éramos más tímidos al recibir y dar “rechazo” o “fracaso”.
Ante estas situaciones podemos encontrar ambigüedades: dentro de estas diferenciamos dos tipos de personas, aquellas que el abucheo o el aplauso les hace cohibirse, y las que se vienen arriba (alegrarse o incluso desarrollar una actitud desafiante) ante esto.
Los sentimientos y opiniones que fuimos experimentando en la sesión, en los miembros del grupo fueron bastante similares ya que, comenzamos con nerviosismo por la posible interacción y el hecho de que fuese una actividad muy participativa (miedo a hablar en público).

Podemos decir que a medida que iba transcurriendo la clase, nos sentíamos más cómodos y tranquilos, aprovechando así al máximo lo que Chusico nos quiso transmitir.

No hay comentarios:

Publicar un comentario